lunes, 15 de enero de 2018

Un nuevo adiós...



Una rosa eterna como azul se formó naciendo del corazón.
Besos y abrazos despertaron en gestos elocuentes del sembrado amor florecido.
Una y otra vez se escribe la misma historia de la lágrima durmiente que nació de aquella despedida. De nuevo volvió a pasar.
Fueron en tierras lejanas, cuando se formulo en deseo, el volvernos a ver de nuevo. Alejándote en las brumas y con paso firme, uniéndote al crepúsculo, fue tú sombra difusa, la que con el menguante de la luna, desapareció en la noche.
La dama llora a la luna, viendo en la niebla desvanecer al eterno amor que como rosa floreció en su corazón.
¿Poder llorar porque es una ausencia o poder sonreír porque se vivió la verdad del amor?.
Se separan de nuevo nuestros caminos y el recuerdo eterno del alma vuelve a emerger, miro tu sombra con la débil lluvia y te digo junto al oscuro silencio
                                     
                                                TE AMO... Autora (Estella Bono)


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